Itinerario: Torrejón de Ardoz, Loeches, Pozuelo del Rey, Valdilecha, bajada hacia el cruce de Tielmes; giro a la izquierda para ir a Carabaña, subida hacía la carretera de Campo Real a Villar del Olmo, subida a Nuevo Baztán (café); Valverde de Alcalá, Torres de la Alameda y por la carretera nueva a Torrejón.
Yo me quedo retrasado, casi sin aire y veo como mi compañero de tertulia, y de peso similar (el salmantino de Sobradillo cuyo nombre desconozco) continúa para adelante sin perder ritmo. En fin, es mi sino. Eso de quedarme en las subidas es una de mis debilidades.
Nuevamente se van por delante aquellos a los que anteriormente di alcance salvo el del de Sobradillo, que queda rezagado conmigo y juntos bajamos hasta el cruce de Tielmes con Carabaña. Una vez hecho el giro a la izquierda damos alcance a los compañeros que se nos adelantaron junto con Emilio que al parecer se descolgó anteriormente.
Volvimos a girar a la izquierda para comenzar a subir por una carretera paralela a la de Valdilecha. En una zona llana, antes del cruce que nos dirige a Villar del Olmo tengo un pinchazo en la rueda de atrás. Créame, el distingo lector de este escrito, que diez minutos antes de la salida, tomé la bomba de aire, con su manómetro y di presión a las ruedas para evitar los pinchazos debidos a presión insuficiente. Pues bien, ese día ni con esas evité el pinchazo.
Para el cambio de cámara fue ayudado por las siguientes personas: El de Sobradillo, Seve y Antonio Asensio. Retomada la marcha, nos desviamos hacia Villar del Olmo y en la bajada que nos dirige al cruce para subir a Nuevo Baztán vuelvo a quedar retrasado, por lo que empiezo la subida el último con bastante distancia con los de delante. Llegados al pueblo de Nuevo Baztán tomo agua en la fuente y entramos al bar a tomar un refresco.
Reanudamos la marcha, camino de Valverde de Alcalá. En la bajada de la zona de pinar, el grupo se empieza a estirar y vuelvo a quedarme rezagado. Mi velocímetro llega a marcha 74 km/h y ni así soy capaz de mantenerme en el pelotón. Supongo que ellos rozarían los 80 km/h, si es que no los pasaron. De este modo en Valverde ya iba unos veinte segundos retrasado y los veía a lo lejos estirados en fila de uno. Además el grupo se fraccionó en dos. Yo fui bajando a Torres de la Alameda y paulatinamente la distancia con los de delante se hacía más larga. En la entrada a Torres ya no veía ni rastro de ciclistas. Tras tomar la carretera nueva y a la vista del puente que pasa por encima de la vía del ferrocarril veo tres o cuatro ciclistas. Trato de darles alcance y a fe mía que los tenía cerca en esa subida, sin embargo, la bajada larga, con buena recta y firme excelente hace que de se vuelvan a marchar. En la incorporación a la Autopista M-203 que nos lleva a Torrejón me ven y me esperan. Finalmente llegamos a Torrejón con una velocidad media de 26 km/h con ochenta y un kilómetros recorridos.
Torrejón de Ardoz, a veintinueve de agosto de dos mil once.
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