martes, 16 de agosto de 2011

Salida del lunes, 1 de agosto de 2011 (San Alfonso)

Tras coger vacaciones y desplazarme al pueblo, coincido con mi hermano Alberto para salir juntos con bici de montaña. Como primera prueba y toma de contacto le invito a que realice la misma ruta que realicé yo el último día, el 22 de julio de 2011. Recuerdo que Alberto se quejaba de un dolor lumbar que no se sabía si era de riñones o ciática. A pesar de haber quedado para salir a las ocho y media de la mañana hube de ir a buscarlo pues tenía el teléfono móvil apagado y además se había dormido.
Alberto salió en ayunas (con dos cojones) a pesar de mis advertencias sobre la necesidad de nutrirse e hidratarse.

Pasamos por Fuente el Olmo de Fuentidueña y San Miguel de Bernuy. Giramos a la derecha para tomar la carretera que se dirige a Burgomillo. Pasamos por Cobos de Fuentidueña y Carrascal del Río y Alberto me indicó que el ritmo que yo estaba marcando era un poco alto para la finalidad de nuestra salida (divertirnos).  Tras sobrepasar esta población paso de largo el primer cruce a la izquierda que se dirige al Valle de el Tabladillo a aproximadamente un kilómetro después sale un segundo cruce a izquierda que tomamos para iniciar la subida. Le indiqué a Alberto que debía subir tranquilo sin forzar el desarrollo y comenzamos la subida. Yo me encontraba bien y llevé un ritmo un poco más alto que el de mi compañero de salida por lo que me distancié en poco tiempo. Unas decenas antes de llegar a Hinojosa del Cerro paré para esperar a Alberto, que llegó un par de minutos después. Para conmigo y se quejaba del dolor lumbar. Tras beber y miccionar reanudamos la marcha. Parece que a Alberto le sentó bien, sin embargo a mí me dejó tocado puesto que continuando la subida Alberto se me iba y no aguantar su ritmo me resultó difícil. A pesar de llevar un desarrollo mas corto no me sentía bien.
Así llegados al cruce que un las carreteras de Castrillo de Sepúlveda con Urueñas hube de parar en un repecho puesto que no me notaba bien. Alberto paró junto a mí y en la cuneta pinchó la rueda delantera por lo que nos tomamos el respiro cambiando la cámara de la rueda.
Reanudamos la marcha y el calor hacia mella en mí. Pasamos por Urueñas y tras dicha población Alberto se marchó en el siguiente repecho, antes de girar a la izquierda para bajar al Valle del Tabladillo. Allí le comenté a Alberto el mal estado del firme y la dura pendiente inicial que hacía la marcha un poco más peligrosa de lo habitual. En la bajada tiramos de freno, pero la bici alcanzó velocidades superiores a los 58 km/h.
En la carretera de Carrascal del Rio Alberto me cogió la mochilla que yo llevaba a la espalda y que me estaba pesando mucho (en su interior había dos cámaras, tres llaves fijas, zapatillas wambas, bomba de aire, caja de parches y desmontables). En Cobos de Fuentidueña paré a tomar agua y estirar las piernas y espalda. Allí volví a coger la mochila. Tras el cruce de San Miguel de Bernuy Alberto se puso su ritmo y me dejó atrás por lo que los últimos siete kilómetros los hice solo y en penuria. Llegué a Torrecilla con tres minutos perdidos con Alberto.
El día fue caluroso y además no habia llevado el dulce de membrillo que cuya glucosa noté en falta.
Torrejón de Ardoz, a trece de agosto de dos mil once (San Ponciano).



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