lunes, 19 de septiembre de 2011

Salida del domingo 18 de septiembre de 2011 (festividad de Santa Sofía).


Domingo, 18 de septiembre de 2011 (8:30h).
28º JORNADA. En grupo.  
 Distancia
Tiempo

Velocidad media total
Velocidad media parcial
 Torrejón, Ajalvir, Daganzo

horas
 minutos
segundos


 Fresno de Torote, Serracines
 20,000  
0
44
17
27,098  
27,098  
Ribatejada, Las Castillas, El Casar
 30,000  
1
12
18
24,896  
21,416  

40,000  
1
34
29
25,401  
27,047  
Viñuelas  
50,000  
1
57
44
25,481  
25,806  
Fuentelahiguera (café).  
53,000  
2
3
39
25,718  
30,423  
Usanos
60,000   
2
16
4
26,458  
33,826  
Marchamalo, Cabanillas
70,000  
2
32
18
27,577  
36,961  
 Alovera
80,000  
2
49
52
28,257  
34,156  
  Azuqueca, A2-Alcalá
90,000  
3
6
4
29,022  
37,037  
 Carretera vieja
100,000  
3
22
4
29,693  
37,500  
 Torrejón
109,000  
3
39
30
29,795  
30,975  
neutralizado 
115,860  
3
54
52
29,598  
26,785  
máxima 69,200 km/h

media según máquina 29,270 km/h
tiempo total 277 h 51 min
Km total 7.140
Temperatura: 20º
Presión 1012 mb
Humedad relativa del aire: 28%
Fuerza del Viento: 20 km/h
Aspecto del cielo: Cubierto y a veces nubes y claros.
Las gafas de sol eran demasiados oscuras.


Itinerario: Torrejón, Daganzo, Fresno de Torote, Serracines, Ribatejada, El Casar de Talamanca, Viñuelas, Fuentelahiguera (café).; Usanos, Marchamalo, Cabanillas,  Alovera,   Azuqueca, A2-Alcalá,  Carretera vieja y  Torrejón.
Salida media hora antes de lo establecido en el libro de ruta, a las ocho y media. Previamente a las siete de la madrugada me procuro un buen desayuno: Puré de verduras, leche caliente y cuatro tostadas con mantequilla.
Llegué a velódromo a las ocho y veinte de la mañana. Ya estaban allí algunos compañeros. Pasé por el control de firmas de Martín y a las ocho y treinta y cinco minutos José Luis, Antonio Queiruga y otro más inician la salida y el resto partimos tras de ellos.
Fuimos calentando piernas y llegamos a la rotonda de Ajalvir, donde nos desviamos a la derecha en busca de Daganzo. Durante el trayecto por la carretera de Daganzo de Ribatejada permanecimos en grupo si bien, algunos compañeros de cabeza pusieron un ritmo muy vivo (más de 40 km/h). En ese momento José-Luis González dio un acelerón a su bicicleta, se puso a la par de los de cabeza y aunque no llegué a entender lo que les decía, por la contundencia de su voz, por su gesto y la bajada del ritmo de la cabeza entendí que estaba recriminando que esa forma de llevar al grupo era incompatible con eso, ir en grupo. De este modo, continuamos la marcha a una velocidad más llevadera para todos (entre 28 y 30 km/h). Yo en esos momentos iba en la parte trasera del pelotón.
Poco después del kilómetro veinte de marcha, un compañero pinchó una rueda (creo que fue Martínez Heredia). En ese momento pararon con este compañero los “Pro-tour”, entre los que recuerdo a Nacho Vecino, Emilio, Oscar (no yo sino mi tocayo), Jesus (el de Coslada o San Fernando), un juvenil que nos acompañaba, y algún otro que no recuerdo. De este modo Carlos Coria, Alejandro, David Nuñez, Martín y yo fuimos relevándonos en la cabeza de nuestro grupo. Fue en ese momento cuando me percaté del duro viento en contra que nos iba dando en la cara. Llegamos a Ribatejada y allí comenzamos una subida hasta el cruce de la carretera de Torrelaguna a Guadalajara, donde giramos a la izquierda y continuamos subiendo casi hasta llegar a El Casar de Talamanca.
Desde el Casar de Talamanca Angel Pinarello y yo encabezamos el grupo, a veces relevados por David Núñez. Fue un tramo de mucho desgaste porque el viento daba fuerte de frente y costado. A mi memoria regresaban las palabras de aquél Ministro que iniciaba su comparecencia en el Congreso tras la reconquista de la isla de Perejil con la expresión “Al alba y con viento duro de levante, …”. El viento de levante (es decir, desde el Este hacía el Oeste) se hizo presente y fue protagonista durante toda la etapa. No podíamos pasar de los 24 km/h porque el viento partía el grupo. Así continuamos avanzando con plato grande y con la sensación de ir subiendo un puerto, aunque estábamos sobre el páramo, rodeados por tierras de labor y ni un árbol a nuestro alrededor. A esas velocidades y con el escaso tráfico daba tiempo a ver el paisaje pero no se veía ni una liebre, conejo o perdiz. Triste panorama.
Continuamos sin que los galgos “pro-tour” nos cogieran y fue en una leve subida en Valdenuño Fernandez, donde nos dieron caza. A partir de aquí mi tocayo y Emilio fueron tirando hasta el siguiente tobogán en el pueblo de Viñuelas. Allí algunos compañeros quedaron retrasados. Tras este pueblo tomamos un cruce a la derecha para dirigirnos al siguiente pueblo donde se hace la parada del café. Nuevamente una bajada me hace coger la máxima velocidad del día, 69 km/h para llegar a un repecho que se hace un poco largo y nos hace entrar en el pueblo de Fuentelahiguera donde paramos en el bar de la plaza a tomar el café.
Café con leche y tertulia con mi tocayo y con David Nuñez: conciliación de la vida matrimonial y familiar con la bici y trabajo, incompatibilidad de vida sana con vida en el hogar; culotes baratos,  complementos para bici . . . en fin, un pequeño desahogo en esta vida que nos ha tocado vivir de la desestructuración nacional, crisis y preguerra mundial o europea.
Tras tomar la vitualla y conociendo la terrorífica e innecesaria bajada desde este pueblo a la carretera, muchos compañeros decidimos volver sobre nuestros pasos (mejor dicho, sobre nuestras roderas) y tomamos la carretera desde el mismo cruce por el que nos desviamos para entrar en este solitario y pequeño pueblo de la Castilla, que aunque pertenece a la provincia de Guadalajara parece más bien de Castilla la Vieja por sus singular situación: en alto frente a varias quebradas y con un frontón sin trinquete típico de las poblaciones que fueron surgiendo con la repoblación de Castilla la Vieja durante la Reconquista.
A partir de aquí parece que el viento se puso a nuestro favor durante muchos kilómetros, sobre todo desde Marmamalo y hasta Meco. Por lo tanto subió la velocidad media puesto que en muy pocas ocasiones bajábamos de los 32 km/h. El tránsito por pueblos como Cabanillas del Campo, Azuqueca nos llevaban por calles anchas pero repletas de glorietas y de pasos de peatones alzados, lo que obligaba a guardar cierta precaución y fue Carlos Coria el que hubo de tomar una rotonda sobre su acerado sin que tuviera ningún tipo de percance, aunque los que iba por detrás de él quedaron sorprendidos de la destreza del atleta cacereño. Posteriormente Carlos comenzó a remolcar a Andrés, que se quedaba descolgado, en una situación que empieza a caracterizarlo por su fuerza de arrastre. Más que un Pinarello parece un Panzer. Nuevamente se hizo acreedor al premio al ciclista solidario.
Llegados desde Meco a la zona del Campus de la Universidad de Alcalá me vi descolgado del grupo por unos doscientos metros que se me hacían insalvables. Fue a la salida de Campus cuando los compañeros me vieron y aflojaron la marcha para incorporarme a la grupeta.
Poco después tomamos un tramo de Autovía que nos saco en pocos minutos al polígono industrial. Fue en ese tramo de autovía donde casi me caigo de la bici por no ver (ya que iba en la parte trasera del grupo) dos conos-balizas de esos que señalizan lugares cortados al tráfico. Lo vi casi sin tiempo de reacción y finalmente lo golpeé con mi pierna derecha, sin que a Dios gracias, me fuera al suelo.
Ya en el polígono industrial de Alcalá iba bastante cansado y solo podía fijar la vista en la rueda del compañero que me precedía, creo que en ese momento era Angel Pinarello. Solo pude levantar la vista cuando la mayoría del grupo empezó a lanzar piropos. Levanté la vista para contemplar la presencia de una mujer joven, en pie con piernas esbeltas, ropa ceñida y sonrisa picarona. Se trataba de una meretriz que ejercía su trabajo al mediodía, exhibiendo el producto carnal.
Enlazamos con la carretera vieja a la altura del Corte Inglés de Alcalá de Henares y llegamos a Torrejón de Ardoz, con algo más de tres horas y media y ciento diez kilómetros de recorrido.


Torrejón de Ardoz, el mismo día 18 de septiembre de 2011 a las veinte horas y quince minutos. Lo dejo aquí que está jugando España desde las ocho en punto la final de la Eurocopa de baloncesto.
Fdo: Oscar Barbado



 

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