lunes, 29 de agosto de 2011

Salida del domingo, 28 de agosto de 2011 (San Agustín)

Itinerario: Torrejón de Ardoz, Loeches, Pozuelo del Rey, Valdilecha, bajada hacia el cruce de Tielmes; giro a la izquierda para ir a Carabaña, subida hacía la carretera de Campo Real a Villar del Olmo, subida a Nuevo Baztán (café); Valverde de Alcalá, Torres de la Alameda y por la carretera nueva a Torrejón.
Mañana fresca, lo que agradece el cuerpo humano. Nos juntamos en la salida del velódromo un grupo de unas treinta personas. Rodamos en manada agrupada hasta el kilómetro quince aproximadamente, donde la rampa más dura que culmina antes de Pozuelo del Rey parte el grupo en varios segmentos. Por delante se van los “protour”, entre los que destacaré a Nacho Vecino, Oscar (mi tocayo no yo), Emilio, Dani Sedano, Alejandro,  Fran y Cesar García.
Yo me quedo retrasado, casi sin aire y veo como mi compañero de tertulia, y de peso similar (el salmantino de Sobradillo cuyo nombre desconozco) continúa para adelante sin perder ritmo. En fin, es mi sino. Eso de quedarme en las subidas es una de mis debilidades.
Sigo para adelante en solitario en busca de cinco compañeros que tengo a la vista y que han girado a la derecha en el cruce de Pozuelo del Rey: Miguel, Seve, Alejandro, el señor conductor de la continental que a pesar de su edad se defiende mejor que un juvenil y el compañero de Sobradillo. Si les he dado alcance no es por mi condición de rodador sino porque han hecho un receso y descanso. De ahí que pocos minutos después nos alcanzara por detrás otro grupo retrasado encabezado por Carlos Coria Pinarello.

Así pues nos acercamos al pueblo de Valdilecha, cuya bajada previa sirve para que los más sueltos deslicen sus bicis por esa bajada con alguna curva cerrada.
Nuevamente se van por delante aquellos a los que anteriormente di alcance salvo el del de Sobradillo, que queda rezagado conmigo y juntos bajamos hasta el cruce de Tielmes con Carabaña. Una vez hecho el giro a la izquierda damos alcance a los compañeros que se nos adelantaron junto con Emilio que al parecer se descolgó anteriormente.

Volvimos a girar a la izquierda para comenzar a subir por una carretera paralela a la de Valdilecha. En una zona llana, antes del cruce que nos dirige a Villar del Olmo tengo un pinchazo en la rueda de atrás. Créame, el distingo lector de este escrito, que diez minutos antes de la salida, tomé la bomba de aire, con su manómetro y di presión a las ruedas para evitar los pinchazos debidos a presión insuficiente. Pues bien, ese día ni con esas evité el pinchazo.
Para el cambio de cámara fue ayudado por las siguientes personas: El de Sobradillo, Seve y Antonio Asensio. Retomada la marcha, nos desviamos hacia Villar del Olmo y en la bajada que nos dirige al cruce para subir a Nuevo Baztán vuelvo a quedar retrasado, por lo que empiezo la subida el último con bastante distancia con los de delante. Llegados al pueblo de Nuevo Baztán tomo agua en la fuente y entramos al bar a tomar un refresco.
Reanudamos la marcha, camino de Valverde de Alcalá. En la bajada de la zona de pinar, el grupo se empieza a estirar y vuelvo a quedarme rezagado. Mi velocímetro llega a marcha 74 km/h y ni así soy capaz de mantenerme en el pelotón. Supongo que ellos rozarían los 80 km/h, si es que no los pasaron. De este modo en Valverde ya iba unos veinte segundos retrasado y los veía a lo lejos estirados en fila de uno. Además el grupo se fraccionó en dos. Yo fui bajando a Torres de la Alameda y paulatinamente la distancia con los de delante se hacía más larga. En la entrada a Torres ya no veía ni rastro de ciclistas. Tras tomar la carretera nueva y a la vista del puente que pasa por encima de la vía del ferrocarril veo tres o cuatro ciclistas. Trato de darles alcance y a fe mía que los tenía cerca en esa subida, sin embargo, la bajada larga, con buena recta y firme excelente hace que de se vuelvan a marchar. En la incorporación a la Autopista M-203 que nos lleva a Torrejón me ven y me esperan. Finalmente llegamos a Torrejón con una velocidad media de 26 km/h con ochenta y un kilómetros recorridos.

Torrejón de Ardoz, a veintinueve de agosto de dos mil once.





lunes, 22 de agosto de 2011

Salida del domingo, 21 de agosto de 2011 (San Pio X)

Itinerario: Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Los Santos de la Humosa, El Pozo de Guadalajara, Pioz, M-237, Pezuela de las Torres, Corpa, Villalbilla, Gurugú, Torrejón (por la carretera de Torres).
Fuente: http://www.altimetrias.net/.

Estamos soportando días de mucho calor y la salida la tomamos un grupo reducido. En el desvió de la A-2 para subir a Los Santos de Humosa Emilio pincha y dos gallos se quedan a ayudarle mientras el resto sube (subimos) a Los Santos de la Humosa. Es la primera vez que lo subo y se hace dura la cuesta. Cuando entras en el pueblo te das cuenta de que ahí no termina y sigue hasta el final de la población. Como quiera que al llegar arriba todos me alcanzaron por detrás y me sobrepasaron (Emilio y los dos gallos que le ayudaron, algún cadete), fue con Seve y Miguel hasta el Pozo de Guadalajara y allí en vez de seguirles a continuar con la ruta (Valdarachas, Yebes, Horche, Aranzueque, Loranca, Pioz) me desvié en solitario, y a partir de ahí (kilómetro 30 de la ruta) continúe en solitario para dirigirme desde El Pozo a Pioz y bajar por la M-237 hasta el cruce que indica la subida a Pezuela de las Torres. En Pezuela cogí agua en la fuente y continué por Corpa, Villalbilla y Gurugú. Allí tomé dirección hacia Torres y fue a Torrejón por la carretera nueva.
Finalmente fueron tres horas sobre la bici y setenta y cinco kilómetros, algo menos de tres cuartas partes del recorrido propuesto. Hay que entrenar entre semana, porque si no, no voy a poder aguantar las próximas etapas ni la marcha del día 4 de septiembre.
Torrejón de Ardoz, a veintidós de agosto de dos mil once.

Detalle de la subida a
Pezuela de las Torres

Detalle de la subida a
Pezuela de las Torres







jueves, 18 de agosto de 2011

SALIDA DEL DOMINGO, 14 DE AGOSTO DE 2011 (SAN MAXIMILIANO)


Itinerario: Torrejón de Ardoz, Torres de la Alameda (por la carretera nueva); Valverde de Alcalá; Nuevo Baztán; Pozuelo del Rey; Torres de la Alameda; Torrejón de Ardoz (por la CAMPSA).

Carlos Coria Pinarello;  José-Luis González Méndiz; José-Luis Conde; Antonio Queiruga Capdevila; otros dos compañeros cuyos nombres desconozco y este escribiente.

Salimos a las ocho y media siete corredores si bien alguno más está en la salida para coger el coche y partir hacía el puerto de la Morcuera (Seve y Andrés), puesto que este mismo día 14 de agosto se celebra la marcha cicloturista de Perico Delgado en Segovia (decimoctava edición que en esta ocasión homenajea a Miguel Induráin, en su vigésimo aniversario de la conquista de su primer Tour de Francia).
Nosotros tomamos la carretera de Alcalá para girar a la derecha en busca de la carretera de Torres de la Alameda. Pocos metros antes de entrar en esta población paré con Carlos Coria Pinarello para ayudarle a sacar el cadáver de un mosquito estampado en su ojo izquierdo. Tras varios intentos a punta de pañuelo no tuve la destreza suficiente para sacar dichos restos. Así reanudamos la marcha para alcanzar a nuestros cuatro compañeros que marchaban por delante. Hasta ese momento no me notaba cansado pero la carretera de Torres de la Alameda a Valverde de Alcalá está en ligera subida y no era capaz de ponerme a rueda de Carlos. Pensé: ¡Uy uy uy … pa’mí que me está dando la pájara! Carlos se fue rápido por los cuatro ciclistas delanteros, les adelantó y paró en Valverde de Alcalá para tratar de sacarse el mosquito del ojo (finalmente lo consiguió con la consiguiente recriminación hacia mi falta de destreza e impericia en tales labores). Paramos los seis algo más de un minuto mientras Carlos se echaba agua en la cara y ojo y reanudamos la marcha.
Mientras tanto, y por si fuera poca mi sensación de flojera, observaba atónico como el pulsómetro me llegaba a marcar doscientos veinte (220) pulsaciones por minuto. No había razones y sintomatología de tal pulso. Estaba cansado pero nunca he logrado pasar de ciento noventa (190) pulsaciones. ¿Qué demonios estaba pasando?. A decir de los compañeros, podría ser que la pila del sensor estuviese con poca carga y sumase a mis pulsaciones las que emitiese otro sensor de otro ciclista en una frecuencia similar.
Desde Valverde de Alcalá hacia Nuevo Baztán también me descolgué del grupo en la primera cuesta. Yo pensaba: “Llevamos veinte kilómetros y ya voy fastidiado”.
José Luis González dio media vuelta se puso a mi altura y me acompañó hasta Nuevo Baztán ofreciéndome su bidón de “Acuarios”. En la entrada de Nuevo Baztán estaban el resto de compañeros marchando despacio esperando nuestra llegada. Ante esta situación de aflojar la marcha de todos en pos de mi espera y sabiendo que solo llevábamos veinte kilómetros, indiqué a mis compañeros que siguieran por el itinerario propuesto y yo por mi parte me desviaría en Nuevo Baztán para volver a Torrejón y recuperarme para tratar de estar mejor en la próxima salida.
Así que tomé el siguiente cruce a la derecha y me dirigí a mi ritmo, sin prisa hacía Pozuelo del Rey. En Pozuelo del Rey paré, porque me notaba encogido en la bici. Aflojé la tija y subí el sillín algo más de un centímetro. Al volver a montar no notaba problemas en el pedaleo, así que continué por la misma carretera y a unos tres o cuatro kilómetros después giré a la derecha para dirigirme a Torres de la Alameda. Tras este cruce comienza una rampa corta que pasa ante varios campos de olivos. Desde un camino se iba a incorporar un coche de esos que tienen matricula de ciclomotor por ser su motor inferior a determinada cilindrada que se pueden conducir con carnet de ciclomotor. Pues bien, este cochecito me adelantó en la subida de dicha rampa y me pasó bien cerca de la pierna izquierda. Como no me pasó a gran velocidad tampoco le dí mucha importancia. Sin embargo, tras llegar al final de la rampa comienza una baja larga hacia Torres de la Alameda. Pues bien, aquí tuve que estar frenando más de la cuenta (y eso que los que me conocen saben que no soy un especialista en las bajadas pronunciadas) porque el buen cochecito no puede pasar de 50 km/h y la verdad es que el velocímetros me llegó a marcar los 60 km/h.
Ya en Torres de la Alameda y dirigí a la carretera de Torrejón pasé por un lugar con un olor a aguas putrefactas que hace que la respiración se haga más lenta para tragar menos aire.
En el cruce de la CAMPSA tuve que cambiar de plato y finalmente vi por delante a otro compañero cicloturista al que eché mano en la bajada hacía del cruce de Torrejón-Mejorada.
Ya en Torrejón colgué la bici, me llevé a casa el pulsómetro para seguir midiendo las pulsaciones y poco más en este domingo, 14 de agosto de 2011.

martes, 16 de agosto de 2011

Salida del miércoles, 3 de agosto de 2011 (San Hermelo)

Torrecilla; Fuente el Olmo de Fuentidueña; San Miguel de Bernuy; Cobos de Fuentidueña (10); Carrascal (giro derecha); subida “Mortirollo” (1.200 m de distancia); Navalilla; Los Valles de Fuentidueña; Fuentidueña; alto de Calabazas; Calabazas; Fuentesauco; Fuentepiñel; Torrecilla del Pinar.

Tras un día nuboso, bochornoso y sin precipitaciones, tomamos la salida en una mañana más fresca que en la del día 1 de agosto de 2011. Desayuné bien y cogimos las bicis en busca de Fuente el Olmo de Fuentidueña para calentar las piernas. Conversamos y fuimos sin novedad hasta San Miguel de Bernuy, Cobos de Fuentidueña y Carrascal del Río. Apenas había tráfico y creo que nos adelantaron en todo este trayecto unos ocho vehículos.
En Carrascal del Río giramos a la derecha para tomar una antigua pista forestal, ahora mal asfaltada que lleva hasta Navalilla. A pocos centenares de metros comienza la subida para salir del valle del Duratón. Se trata de una cuesta de una distancia aproximada de 1.200 metros y que asciende en este corto trayecto una altitud de setenta y cinco metros aproximadamente (desde los 850 metros a los 925 metros sobre el nivel del mar) por lo que la pendiente media es de seis enteros y veinticinco centésimas por ciento (6,25%) aproximadamente.
Aunque resulte feo presumir de ello, en esos momentos y con el tercer planto comencé a distanciarme de Alberto. Teníamos un espectador de lujo: Una ardilla trepaba por el tronco de un pino mientras observaba como lentamente discurríamos por la calzada en continua ascensión. El pulso comenzó a acelerarse y la respiración se hacía más jadeante. Superada esta dura rampa, avancé despacio a la espera de Alberto, el cual coronó pocos segundos después. Nuevamente el ritmo fue más relajado hasta llegar a Navalilla. Desde este pueblo tomamos la carretera de Aranda de Duero en bajada nuevamente hasta el río Duratón.
Unas decenas de metros antes de llegar a este accidente geográfico (el río) giramos en un cruce a la izquierda para llegar a la población de Los Valles de Fuentidueña y la Villa de Fuentidueña. Si el primer tramo de la macha (hasta Carrascal), que bordea el río tiene arbolado y pinares (Cobos y Carrascal), ahora solo vemos tierras con rastrojo y algunas tierras con girasoles. A la derecha quedan varios caminos que confluyen con dirección al embalse de la Serranilla.
Llegados a Fuentidueña hacemos un giro de noventa grados a la izquierda para descender unos metros y sin solución de continuidad iniciar las duras rampas de la cuesta de Calabazas, donde desde abajo “metí el molinillo” y pronto empecé a sacar distancia a Alberto.
Llegados a población de Calabazas esperé a Alberto y nos dirigimos hacia Fuentesauco. Ahí me di cuenta de que Alberto iba tocado y justito de fuerzas pues no era capaz de seguir mi ritmo, en modo alguno rápido y además aceptó una barrita energética que le ofrecí. En Fuentesauco pasamos a saludar a Miguel Lopez que trabajaba en el mercadillo.
Poco después salimos de la población, y a la salida de Fuentepiñel subí el ritmo para dejar a Alberto un poco atrás y nos juntamos en la bajada de la cuesta del Romo para llegar a Torrecilla.
Torrejón de Ardoz, a trece de agosto de dos mil once (San Ponciano).

Salida del lunes, 1 de agosto de 2011 (San Alfonso)

Tras coger vacaciones y desplazarme al pueblo, coincido con mi hermano Alberto para salir juntos con bici de montaña. Como primera prueba y toma de contacto le invito a que realice la misma ruta que realicé yo el último día, el 22 de julio de 2011. Recuerdo que Alberto se quejaba de un dolor lumbar que no se sabía si era de riñones o ciática. A pesar de haber quedado para salir a las ocho y media de la mañana hube de ir a buscarlo pues tenía el teléfono móvil apagado y además se había dormido.
Alberto salió en ayunas (con dos cojones) a pesar de mis advertencias sobre la necesidad de nutrirse e hidratarse.

Pasamos por Fuente el Olmo de Fuentidueña y San Miguel de Bernuy. Giramos a la derecha para tomar la carretera que se dirige a Burgomillo. Pasamos por Cobos de Fuentidueña y Carrascal del Río y Alberto me indicó que el ritmo que yo estaba marcando era un poco alto para la finalidad de nuestra salida (divertirnos).  Tras sobrepasar esta población paso de largo el primer cruce a la izquierda que se dirige al Valle de el Tabladillo a aproximadamente un kilómetro después sale un segundo cruce a izquierda que tomamos para iniciar la subida. Le indiqué a Alberto que debía subir tranquilo sin forzar el desarrollo y comenzamos la subida. Yo me encontraba bien y llevé un ritmo un poco más alto que el de mi compañero de salida por lo que me distancié en poco tiempo. Unas decenas antes de llegar a Hinojosa del Cerro paré para esperar a Alberto, que llegó un par de minutos después. Para conmigo y se quejaba del dolor lumbar. Tras beber y miccionar reanudamos la marcha. Parece que a Alberto le sentó bien, sin embargo a mí me dejó tocado puesto que continuando la subida Alberto se me iba y no aguantar su ritmo me resultó difícil. A pesar de llevar un desarrollo mas corto no me sentía bien.
Así llegados al cruce que un las carreteras de Castrillo de Sepúlveda con Urueñas hube de parar en un repecho puesto que no me notaba bien. Alberto paró junto a mí y en la cuneta pinchó la rueda delantera por lo que nos tomamos el respiro cambiando la cámara de la rueda.
Reanudamos la marcha y el calor hacia mella en mí. Pasamos por Urueñas y tras dicha población Alberto se marchó en el siguiente repecho, antes de girar a la izquierda para bajar al Valle del Tabladillo. Allí le comenté a Alberto el mal estado del firme y la dura pendiente inicial que hacía la marcha un poco más peligrosa de lo habitual. En la bajada tiramos de freno, pero la bici alcanzó velocidades superiores a los 58 km/h.
En la carretera de Carrascal del Rio Alberto me cogió la mochilla que yo llevaba a la espalda y que me estaba pesando mucho (en su interior había dos cámaras, tres llaves fijas, zapatillas wambas, bomba de aire, caja de parches y desmontables). En Cobos de Fuentidueña paré a tomar agua y estirar las piernas y espalda. Allí volví a coger la mochila. Tras el cruce de San Miguel de Bernuy Alberto se puso su ritmo y me dejó atrás por lo que los últimos siete kilómetros los hice solo y en penuria. Llegué a Torrecilla con tres minutos perdidos con Alberto.
El día fue caluroso y además no habia llevado el dulce de membrillo que cuya glucosa noté en falta.
Torrejón de Ardoz, a trece de agosto de dos mil once (San Ponciano).