lunes, 23 de noviembre de 2015

Salida del domingo 22 de noviembre de 2015


Crónica referente a la salida del domingo 22 de noviembre de 2015.


Sumario:
I.- Crónica de la salida. 
II.- Noticias curiosas
III.- Una semana después de los asesinatos en París.
IV.- Tal día 22 de noviembre de otros años


I.- CRÓNICA DE LA SALIDA.
Salida del Domingo, 22 de noviembre de 2015 (Festi­vidad de Santa de Cecilia y domingo de Cristo Rey del Universo).
Aunque me levanté a las 7.00 horas por la diana infantil, no salí hasta las 8:45 horas. Hacía mucho frio y esta vez me puse toda la ropa de invierno y no me sobraba nada: Chaqueta térmica, guantes de invierno, braga cubre-cuello y braga cubre-orejas.
El recorrido realizado fue el siguiente: Torrejón, Alcalá, Gurugú, Villalbilla, Corpa, Pezuela de las Torres, bajada al Ventorrillo, Ambite, Orusco, Carabaña, Tielmes, subida a Valdilecha, Campo Real, Loeches y Torrejón.
Tenía que mantener la misma tónica de las últimas salidas, es decir, mantener el pulso en valores inferiores a las 160 ppm y traté de conseguirlo, a base de llevar desarrollos cortos con el fin de evitar sobre-esfuerzos. Por ello, en la cima de la subida a Villalbilla llevaba casi diez minutos de retraso sobre mi mejor marca personal. Igualmente en los toboganes que me llevan a Pezuela cambié a plato pequeño cuando en mis buenos tiempos este recorrido lo he hecho con plato grande.
Llegado a Pezuela de las Torres y antes de lanzarme a la bajada me “asome” al cruce de Mondejar para ver si abajo había niebla, puesto que el último día que quise bajar por ahí, resulta que hube de darme la vuelta por motivo de la espesa niebla que impedía la visibilidad y entrañaba un peligro añadido para el ciclista. Esta vez, no se veía niebla y me fui al Ventorrillo. La bajada estaba muy bien, pues la carretera estaba seca.
Ya en el valle del Tajuña y siguiendo el curso del rio, la velocidad media iba en torno a los 28 a 30 km/h, quizá algo por debajo de la velocidad que por ese mismo tramo había desarrollado el pasado verano.
Al llegar a la población de Ambite, donde el puente del río es muy estrecho y además comienza una pendiente que te deja clavado durante unos doscientos metros, se incorporaba un grupo de ciclista que probablemente acababa de tomar el café. Por eso antes de los dos kilómetros de dejar el pueblo aquel grupo me daba alcance y yo traté de coger su rueda. Su velocidad de crucero así me lo permitió. Se trataba de la grupeta denominada “4 BIKERSHOP” de Pinto. Estos chicos me llevaron “en volandas” a pie de puerto, es decir, hasta el cruce de Tielmes. Allí me despedí de ellos y empecé la subida, donde se comienza con el plato pequeño para poco después cargar nuevamente el plato grande y tirar hasta casi la población de Valdilecha, ....

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Precaución para todos a los que nos gusta tener los cristales de las ventanas límpios:




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