domingo, 22 de septiembre de 2013

Salida del domingo, 22 de septiembre de 2013.

Salida del domingo, 22 de septiembre de 2013 (Festividad de San Mauricio).


Domingo, 22 de septiembre de 2013 (8:30h)
 Distancia
Tiempo
Veloc media total
Veloc media parcial
33º JORNADA

horas
 minutos
segundos


En grupo
20,000  
0
45
19
      26,480  
       26,480  

30,000  
1
4
49
      27,771  
       30,769  
El Casar
40,000  
1
26
39
      27,698  
       27,481  

50,000  
1
42
38
      29,230  
       37,539  

60,000  
2
1
25
      29,650  
       31,943  

70,000  
2
22
32
      29,467  
       28,414  

77,310  
2
35
44
      29,786  
       33,227  
máxima 70,540 km/h



media según máquina 29,340 km/h
tiempo total 503 h 08 min



Km total 13.183


Recorrido propuesto: Torrejón de Ardoz – Alcalá de Henares - Camarma de Esteruelas - Torrejon del Rey – Urb. Las Castillas - El Casar de Talamanca - Fuente el Saz - Cobeña - Daganzo de Arriba - Alcalá de Henares – Zoo (Soto de Aldovea) – Torrejón de Ardoz.
95 Km. AVITUALLAMIENTO – EL CASAR
 
8:30 horas: Mañana menos fresca que la del pasado domingo. No cojo manguitos. Desayuno fuerte.
Llego al velódromo y soy el primero (al menos el primero en algo) en llegar. Está Jesús Talavera con el coche del club al que le acompaña uno de sus hijos.
Salimos dieciocho compañeros aproximadamente aunque en la parada del café creo que solo faltaban Rafa y Pepe Maño. Se celebraba este mismo domingo una marcha de la federación en Colmenar Viejo y hubo algún gallo ausente.
La marcha comenzó lenta, pero llegados a la salida de Alcalá de Henares, tomaron la cabeza del grupo entre Angel Moreno, Dani Sedano, Emilio y el gran Adriano y pusieron una velocidad de crucero de más de 30 km/h y nos vimos obligados a sudar y a apretar los dientes y las suelas de las zapatillas para no peder ritmo y cortarnos. Así pasamos por Camarma de Esteruelas y sin resuello pasamos por Torrejón del Rey; tras esta población comenzar la primera tachuela de la jornada. El grupo se disolvió en los primeros compases de la subida y pronto quedé cortado. Nuestro jefe de centuria, Severo-Cavendish aprovechó el impulso del coche escoba para tratar de descansar un poco en la subida.  Llegamos a El Casar de Talamanca donde se realizó la parada en el bar que hay frente a la gasolinera al otro lado de la carretera.
Reanudamos la marcha con una bajada por la carretera de la urbanización El Coto con destino a Fuente el Saz. Al salir de este pueblo comienza una ligera cuesta que nos lleva a Algete, y tras una rotonda  comienza una cuesta dura que nos lleva casi hasta Daganzo. En este tramo fui ayudado a subir por donde fuertes compañeros: Dani Sedano y Adriano a quienes les conté anteriormente en la parada del café que había puesto el pulsómetro a 218 pulsaciones debido a lo que a todas luces parecía una arritmia de las que padezco cuando hago algún sobreesfuerzo. A ellos especialmente les agradezco los gestos de compañerismo por su ayuda y por su vigilancia sobre mi estado durante el trayecto.
Bien, comenzamos la travesía del pueblo de Cobeña, pueblo maldito desde que “arreglará” (por llamarlo de alguna manera) su travesía y nos pusiera el suelo adoquinado, además en cuesta abajo, para fastidiar más nuestra bicis.
Recordaré nuevamente al Sr. Alcalde de Cobeña que dicha superficie adoquinada la puso de moda el Dictador y General Miguel Primo de Rivera en los años veinte del siglo XX y que ese adoquinado ya no se lleva en ningún lugar moderno. Tal solado solo es bueno para destrozar las bicicletas y para lesionar brazos y hombros. ¡Que informe sobre cuánto costó la obra de “modernización” de la travesía y que dimita!. Son muy pocos a los que les gusta el adoquinado. Conozco al gran Sergio Palomar (de “Ciclismo a Fondo” y “Bicisport”) al que le encanta el adoquinado: disfruta por Aguilafuente (Segovia), por la Paris-Rubaix y por el Tour de Flandes. Sin embargo yo llevo una bicicleta de la Federación del Metal que me tiene que durar muchos años y no llevo tubular, sino cámara convencional; con lo que el sufrimiento en la bici es mayor.
Pero dejemos a parte el siniestro adoquinado de Cobeña, por donde había que bajar frenando, levantando el culo del sillín y sujetando fuertemente el guía. Por fin dejamos el maldito Cobeña y nos dirigimos en nueva subida por la carretera de Daganzo. Si atendemos a que en la subida desde Algete a Cobeña iba tocado; y que en la bajada adoquinada tuve que frenar la velocidad para que los testes no llegaran muy perjudicados, entonces es lógico deducir que inicié la subida a Daganzo en último lugar. A esperarme se quedó el bueno de Adriano al que le hice una señal con la mano para indicarle que continuara duro para arriba que yo iba más o menos bien. También le dije a Jesús Talavera (que iba tras de mi con el coche de asistencia) que me adelantara puesto que desde Daganzo yo iba a girar a Ajalvir para ir a casa. La ruta continuaba desde Daganzo hasta Alcalá de Henares. De este modo y en solitario tras la subida, bajé a Daganzo, giré a la derecha para dirigirme a Ajalvir. Me adentré en Ajalvir y en la rotonda que marca a Cobeña, Paracuellos o Torrejón giré a este último desvío y me presentaba en nuestra ciudad.

Me despido, con las ganas de volver a vernos el próximo domingo si Dios quiere.




Torrejón de Ardoz, a veintidós de septiembre de de dos mil trece a las dieciocho horas y treinta y siete minutos.

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