A pesar de que los primeros días de la semana fueron muy chubascosos, el fin de semana fue de cielo despajado y calor.
Había marcha oficial en Parla, por lo que la salida no tuvo hombres “protour” salvo Vicente, el triatleta.
A las 8:38 horas salimos un grupo de unos diez componentes: (1)Seve, (2)Nico, (3)el otro Jose-Luis, (4)Francisco, (5)Queiruga, (6)Miguel, (7)Vicente, (8)Jesus Talavera (9)Angel y este humilde redactor(10). En la salida de Torrejón nos esperaban (11)Millán y (12)Benito.
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La misma curva vista desde el helicoptero que retransmitía la etapa. |
Curva cerrada a la izquierda |
Fuimos calentando piernas hasta Loeches, y nos desviamos a continuación a la izquierda en busca de Pozuelo del Rey, si bien dicha carretera está cortada por obras, por lo que continuamos con dirección a Campo Real. Hasta allí todo era en cuesta arriba muy ligera; circunvalamos dicha localidad y nos dirigimos a Valdilecha. En este tramo tuve un contratiempo. No me entraba el plato pequeño (el tercero) así que tuve que subir algunas cuestas con el plato mediano (42x26). Hasta Valdilecha la carretera va en ligero descenso, hasta llegar a una zona de bajada pronunciada con un curva de herradura muy cerrada (ver fotos). Pasado Tielmes, cruzamos el rio Tajuña y nos desviamos por una carretera mala con destino a Villarejo de Salvanés. Esta carretera tendrá una longitud de unos diez kilómetros y en palabras de nuestro compañero Millán, es una carretera “pestosa”: El firme está en mal estado, es estrecha, es una sucesión de curvas y contracurvas y de sube-y-baja (la alternativa a esta carretera es ir desde Pozuelo del Rey hasta Carabaña). Finalmente salimos a una carretera con mejor firme y allí echamos el guante a Andrés (que salió en grupo más madrugador). En el caso de Villarejo de Salvanés, neutralizamos la escapada de Jose-Luis González (que salió en grupo más madrugador; el resto de madrugadores dio la vuelta antes).
En Villarejo se produjo un corte involuntario por motivo del adelantamiento de un tractor y quedamos por delante José-Luis, Vicente y Nico (que iban un poco más adelantados) y, Millán, Benito, Angel y este servidor. Así atravesamos Bemonte de Tajo y Colmenar de Oreja para finalmente y tras algo más de sesenta kilómetros y dos horas y veinte minutos llegáramos a la parada del día: Chinchón. En la famosa y típica Plaza de esta turística y rural localidad madrileña nos tomamos la coca-cola, y nos hicimos la pertinente fotografía para ilustrar esta crónica.
Continuamos con destino a Valdelaguna, desde allí hacia Valdeperales. La carretera era llana picando para abajo y por un tramo de carretera nueva en bajada nos dejamos llevar alcanzando la velocidad máxima del día, 76 km/h. Se trata de un tramo de carretera con buen firme y con curvas abiertas que dejan ver el final. Además en la parte de baja la carretera sigue siendo de curvas abiertas por lo que apenas hay que tocar el freno. Tras cruzar el río Tajuña, Vicente nos pidió a Nico y a mí que
pusiéramos ritmo fuerte porque estaba próxima la subida más dura del día y quería un poco de alegría. Así que pusimos ritmo y en las primeras rampas Vicente comenzó su ascensión, seguido por Nico y los demás fueron poco a poco adelantándome en una subida un tanto dura. Una vez culminada la ascensión algunos dieron vueltas a una rotonda para esperar a los compañeros y pocos minutos después ya estábamos todos reagrupados.
Perfil de la ruta, siendo la parte superior más detallada respecto de la altimetría. |
Fdo: Oscar Barbado
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