lunes, 11 de abril de 2011

SALIDA CICLOTURISTA DOMINGO 10 DE ABRIL DE 2011

Llego al velódromo con la hora pegada, justo cuando están partiendo. La mañana está despejada y la jornada es de mucho calor según se prevé (en relación con la época del año en que estamos, primavera). Apenas hay viento, si bien por la tarde arreciará.
Salimos un grupo más pequeño de lo habitual porque este día se celebra la marcha oficial de Alcobendas, a la que han asistido los miembros de la sección “pro-tour” excepto Vicente que sale con nosotros. Pues bien, como no están los “pro-tour”, nosotros nos marcaremos el ritmo como podamos.
Para ir a Torres de la Alameda no vamos a tomar la carretera de Loeches, sino que nos vamos a desviar por la carretera nueva, esa autopista que es accesible desde Torrejón porque no hay señal de “Autopista”. Así vamos por la carretera hasta que a los seis kilómetros Nacho, el arquitecto de Segovia, pincha su monoplaza y un pequeño grupo de seis o siete paramos a esperar (unos, realmente a ayudar a cambiar la rueda y otros, como yo, a mirar y a aprender). Reanudamos la marcha ascendiendo unas rampas que me ponen las pulsaciones a 170 porque queremos enganchar pronto con los de delante ¡y no es así, no! Tenemos que pasar la rampa medianamente bien y en el llano sí apretar.
En la entrada de Torres de la Alameda aun no hemos cogido al grupo y vemos como también ha pinchado su tubular el Sr. Queiruga, al que están ayudando varios corredores.
Una vez superada esta localidad y en la carretera que asciende a Valverde cogemos al grupo. La marcha es agradable y apta para todos los componentes de esta nuestra peña. Yo, por aquello de hacer una gracia, aceleré repentinamente, como para escaparme del grupo, lo que sirvió para partir de conjunto y que en la subida de Corpa me quedara descolgado de estos primeros. La pendiente de esa rampa de Corpa es muy pronunciada en sus últimos metros y al verme obligado a llevar puesto el tercer plato, la diferencia con otros compañeros de la delantera es muy alta. Además desde Corpa a Pezuela la carretera es un continuo sube y baja por lo que la recuperación se hace más difícil, si lo que pretendes en coger a los de delante. Menos mal que como no había “gallos” los de delante minoraron la marcha y recuperaron fuerzas en el trayecto, lo que me valió para cogerlos. Por detrás ya no veía a nadie así que hasta la parada del café se hicieron dos grupos. Desde Pezuela de las Torres y hacia la Olmeda fuimos despacio, hablando con el compañero de nuestro par.
Llegados a Olmeda de las Fuentes, Millán atacó antes de la bajada lo que valió para dar un acelerón. Sin embargo, la bajada me resultó muy difícil y técnica; y no siendo yo un avispado cicloturista que apura en las curvas, con bastante peso y obligado a frenar con más antelación a lo que lo hacen los más ligeros, los compañeros empezaron a distanciarse de mí por delante y a la altura de esa curva que hace un giro de 180º para empezar la subida a Nuevo Baztán veía claramente como compañeros como Vicente, Nacho, Millán, Jesús y Benito estaban ya subiendo. Yo que era último de grupo solo pude ascender pasando a uno de los dos ciclistas que me precedían y además doy fe de que aquel al que rebasé tiene también mucho peso sobre su monoplaza y llevaba varias semanas sin salir.

Así las cosas, y ya en la cafetería de Nuevo Baztán nos juntamos los ya mencionados Vicente, Nacho, Millán, Jesús, Benito y los dos ciclistas que marchaban más cerca de mí y yo mismo. A los pocos minutos llegan el grupo de otros compañeros entre los que recuerdo a José-Luis, Juan, Martín, Andrés, Seve, Queiruga, Maño y alguno otro.

Continuamos la marcha por la carretera de Pozuelo del Rey y desde allí tomamos la carretera de Torres de la Alameda para bajar la famosa “cuesta blanda”. La carretera es muy derecha, apenas hay curvas. Yo cerraba grupo y a pesar de que no quise lanzar mi peso para empezar a adelantar, la bici se puso a más de 77 km/h, lo cual es un poco burrada y hay que tratar de evitar. Desde Torres de la Alameda tomamos nuevamente la misma carretera nueva que desemboca en autopista para llegar al Soto de Aldovea y Torrejón.

En la última rampa de la entrada a Torrejón desde el río Henares tuve fuerzas para incluso disputar el sprint lo que nunca había conseguido hacer y no me refiero a llegar el primero a la imaginaria meta sino a “disputar”, es decir, a tener fuerzas para levantarme del sillín y acelerar la bici.
Aquí termino esta crónica del domingo, 10 de abril de 2011 en la que voy a dar una fe de errores cometida en la última, referente al domingo día 3 de abril de 2011 a instancia de nuestro compañero José-Luis, lector de la misma y denunciante del error: En esa crónica acabo diciendo que he visto la carrera Paris-Roubaix y no es cierto, lo que vi ese día fue el Tour de Flandes. En este domingo, 10 de abril de 2011 sí he podido ver la Paris-Roubaix en la que Espartaco-Cancellara ha sido segundo y ha hecho un carretón.

En fin, hoy no estaban los grandes corredores porque corrían la Marcha de Alcobendas. Por eso me quiero acordar de aquella jota del folclore segoviano que dice así:
Esta noche ronda un pollo
porque los gallos no están,
porque en estando los gallos,
los pollitos a acostar.

Torrejón de Ardoz, a diez de abril de dos mil once, quinto domingo de cuaresma, siendo las veintidós horas y cuarenta minutos.

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