Por Oscar Barbado Núñez
En la madrugada del viernes 27 de enero de 2012 unos estudiantes de la ciudad de La Coruña tras una noche lúdica y hedónica de disco-bares y consumo de bebida alcohólica decidieron darse un baño en la playa del Orzán de la venteada ciudad de La Coruña.
Conozco las aguas de Galicia y creo que son las aguas de mar más frías en que yo me haya bañado (No soy un asiduo de las costas por lo que si alguien conoce aguas más frías le creeré). Además esas aguas frías las he probado en el mes de julio, por lo que no quiero saber la sensación que ofrece ese agua en el gélido mes de enero.
Pues bien, los imprudentes estudiantes decidieron darse un baño. Debían de ser las cinco de la madrugada y había lo que llaman los entendidos “mar de fondo” es decir, que el oleaje provoca que meta al bañista mar adentro. Las banderas rojas o naranjas también hondeaban, pero la juventud de los estudiantes y el alcohol en sangre no les frenaron ante las señales de prohibición.
Parece ser que un estudiante recibió una primera ola que lo tiró de culo. Una segunda hola le tumbó y metió al agua. La tercera ola le arrastró hacia el mar. Cuando ya se palpaba el peligro alguien del grupo o bien los transeúntes, llamó al teléfono de emergencia 112. A la llamada acudió una pareja de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía de paisano que estaban muy cerca. Estos agentes entraron al borde del agua para tratar de ayudar al muchacho. Posteriormente otra patrulla de policía nacional uniformada se presentó en el lugar. Uno de estos agentes tomó como precaución atarse una cuerda a su cuerpo para adentrarse en las bravas aguas con el fin de socorrer al estudiante y a sus dos compañeros. La medida de seguridad resultó insuficiente y el mar (o la mar) lo introdujo en sus dominios.
El amanecer en La Coruña debió de ser muy triste. Se estableció un dispositivo de búsqueda en el que participan Salvamento Marítimo, Policía Nacional, Guardia Civil y Bomberos. Varias embarcaciones y un helicóptero “peinaban” la zona donde se les vio por última vez. Los familiares y los compañeros de estos agentes policiales permanecían en la zona a la espera de que se produjera el milagroso hecho de que apareciesen vivos. Algunos ciudadanos en silencio observaban con sus prismáticos para tratar de encontrar algún indicio que localizara a las personas desaparecidas. Sin embargo, alrededor de las diez de la mañana apareció el cuerpo del agente uniformado, D. Javier López López. El mazazo para los familiares debió de ser terrible y desde luego las esperanzas de encontrar al resto de desaparecidos con vida se reducían, por no decir que se perdían.
Al momento de redactar este escrito (22:44 horas del día 27 de enero de 2012) no ha aparecido ningún cuerpo más. Desde luego ya no queda esperanza de que aparezcan con vida, pero es muy doloroso pensar que no aparezcan ni siquiera los cuerpos de estas personas.
La función policial y la vocación policial conllevan la obligación de sacrificarse por los conciudadanos, por el pueblo al que ellos mismos pertenecen. En los últimos tiempos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado suelen ocupar espacio en periódicos y en informativos de radio y televisión para dar a conocer una cara a la vez que necesaria, ingrata como es la labor de orden. Orden es una palabra que en estos tiempos de democracia acomplejada nadie se atreve a pronunciar (y cuando digo nadie no exagero). La policía es una fuerza de orden. Es la fuerza legítima frente a la ilegítima. La Ley Orgánica que regula esta institución básica de cualquier Estado que quiera definirse como tal, no se tituló como Ley Orgánica de Fuerzas de Orden Público, como hubiese sido conforme al lenguaje que utilizaba el pueblo español en el momento de su promulgación sino que se tituló como de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (LO 2/86). No tengo nada en contra del título de la Ley , pero como digo la policía (la parte de nuestro pueblo legitimado para usar la fuerza y las armas) es la fuerza de Orden Público cuya consecuencia inmediata es la seguridad para la población.
Precisamente hoy veíamos en televisión cómo un joyero se defendía con un palo de madera en su establecimiento de Humanes (Madrid) frente a un atracador que esgrimía un cuchillo y cómo un agente de la Guardia Civil lo reducía para llevarse detenido al caco (espero que al joyero no le empapelen por poseer un bate de madera en su establecimiento, pero no me extraño de nada).
Volviendo sobre el desgraciado hecho de La Coruña hay que agradecer y homenajear a los policías su labor (mal pagada, conforme ha quedado evidenciado). Como escribía al principio, la policía tiene obligación de sacrificarse, sin embargo por salvar a uno han muerto cuatro: el que requería auxilio y tres auxiliadores. Es evidente que es mejor que se ahogue uno a que se ahoguen cuatro, pero si el policía no es un mero funcionario sino que además lleva en su ser la vocación policial es muy difícil ponderar fríamente esa situación.

Si el grano de trigo no muere en la tierra es imposible que nazca el fruto, aquel que da su vida para los demás tendrá siempre al Señor.
Descansen en Paz. Amen.
Torrejón de Ardoz, a veintisiete de enero de dos mil doce.
VIDEO DE LA NOTICIA:
Sábado, 28 de enero de 2012. Continuando con el escrito anterior, los nombres de estos tres ejemplos de servidor público llevado al extremos son los siguientes:
- JAVIER LOPEZ LOPEZ, policía cuyo cuerpo es el único aparecido hasta el momento. Se le otorga la Medalla al Mérito Policial a título póstumo.
- JOSE ANTONIO VILLAMAR VÁZQUEZ.
- RODRIGO MASEDA LOZANO.
El nombre del estudiante desaparecido es TOMAS VELICKY, tenía 23 años.
Siguiendo con mi reflexión de ayer, me llama la atención la actitud de estos tres policías españoles en comparación con el capitán del buque crucero Costa Concordia, naufragado frente a la costa de la Toscana (Italia) hace unos veinte días, el cual, fue uno de los primeros en abandonar el buque dejando atrás a la tripulación y al pasaje. El capital tenía obligación de permanecer en el barco hasta que no se desalojase al último pasajero. Estos policías, sin ser profesionales del socorrismo playero, se sacrificaron más que como policías como personas, como cristianos.
Por otra parte se detecta un problema civil para los herederos de los policías cuyos cuerpos no han sido hallados. A efectos de MUFACE o Seguridad Social espero que la Administración sea capaz de iniciar el pago de las pensiones de viudedad y orfandad (desconozco si estos agentes eran casado y/o padres de menores). Ante el carid de los hechos, es necesario entender que los hechos son subsumibles en el apartado 2º del artículo 194 del Código civil (desaparecidos por inmersión en el mar). La declaración de fallecimiento judicial (y por tanto, la posibilidad de poder aceptar herencias, vender bienes del desaparecido, etc… ) requiere del transcurso de tres meses desde el fatídico viernes, 27 de enero de 2012. De no apreciar la autoridad judicial la posibilidad de aplicar este precepto entonces no se podría obtener la declaración de fallecimiento hasta el transcurso de diez años desde su desaparición.
Lunes, 6 de febrero de 2012. El día 2 de febrero de 2012 fueron encontrados los cuerpos de los agentes Rodrigo Maseda Lozano, de 35 años,y de José Antonio Villamor, de 34 años , después de una intensa búsqueda a lo largo de la última semana. Permanece sin localizar el joven Tomas Velicky, natural de Bratislava (Eslovaquia) y nacido en el año 1988.
Viernes, 24 de febrero de 2012. El domingo, 19 de febrero de 2012 fue hallado un cadaver que la parecer correspondía a Tomas Velicky.
A continuación muestro el reportaje de Informe Semanal de RTVE.